Un paso más, caminado entre la oscuridad avanzando entre piedras puntiagudas. El agua me llegaba hasta las rodillas, y con cada paso una esperanza más se iba disolviendo en el agua de aquella noche estrellada, en el que una tímida luna resplandenciente envolvía el frío de aquellas aguas grises. Un suspiro más y nuestros cuerpos se encontraron, las yemas de mis dedos recorrían tu pecho subiendo suavemente hasta tus tersos labios, tus manos entonces apresaron a mi mano, y me condujeron hacia tus mejillas mientras me mirabas sonriendo. Tu y yo desnudos, nos mirabamos sigilosamente, el aire de nuestra respiración entrecortada marcaba el ritmo de mis besos mientras tu mano recorría mi espalda, poco a poco bajamos hasta quedar cubiertos completamente por el agua, tus labios me guíaban hacía un nuevo camino inexplorado, en el que yo ciego por el deseo no sentía nada más que tu cuerpo en el mio.