Bajo el cielo

bajo el cielo de...

29 marzo 2003

Y a pesar de estar en guerra, entre sus labios el mundo no parecía tan malo. Silencio, sonido del deseo impone el ritmo de una conversación cerrada, ininteligible para los demás, grandes monólogos suceden a conversaciones acalaloradas que terminan en un dialecto de niños. Palabras malsonantes, que cobran gracia, metáforas, metonimias y lágrimas empapadas en besos de cristal que estallan en mil pedazos con tu sonrisa. Pero a pesar de todo sigo vivo, esperando, en un semáforo en rojo.