Bajo el cielo

bajo el cielo de...

22 marzo 2003

Mis pies estaban mojados, recubiertos de arena y manchados por las horas caminando por esa playa, sentía que el camino estaba llegando a su fin, la marea iba poco a poco arrancando a la tierra un pedacito de playa, y el sol se precipitaba hacía el otro mundo. Cansado, decidí sentarme para poder contemplar mi último anochecer. El viento en ese momento empezó a acariciar mi pelo, la brisa me envolvía, y las gaviotas decidieron dejar de volar para sentarse conmigo, poco a poco la marea empezaba a limpiarme los pies, el mar me había perdonado.