Bajo el cielo

bajo el cielo de...

06 junio 2003

Mueve las manos ágilmente, tocando las teclas, acariciándolas, suavemente una a una las colorea con el tacto y las hace sentirse especiales, únicas, distintas, indescirniblemente tan llenas de vida que saltan, se albarotan, gritan, juegan. Ella sonrié y de nuevo todas vuelven a saltar entre ellas, turbando el ambiente, haciéndo el mundo algo más mágico y especial aún si cabe; Las notas una a una acompasadas y desafiantes luchan entre ellas levantándo un grito de revolución mientras otras claman un mar de esperanza y mesura, poco a poco sin que yo me dé cuenta, aquella figura que está tocando el piano se desvacene y ya sólo una mano paternal encima del hombro que me custodia, el silencio.