Recuerdo aquellos dias, que comenzaban por una sonrisa y terminaban con otra, en la que las cosas eran mucho más simples, más puras. La importancia era fácilmente medible y al fin y al cabo, el mundo era cada día más increíble. Recuerdo esos días, en los que las tardes eran un reto y los momentos únicos, indescriptibles y para siempre, pequeños pedacitos de historia que conforman el mosaico de toda una vida, que avanza sin control hacia nadie sabe ya qué.. sin embargo, y a pesar de haya cambiado aún me sigo reconociendo en aquellas fotos.
Bajo el cielo
bajo el cielo de...
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